7. Durero en su mundo - Otra Introducción

Hemos llegado al momento de presentar a Alberto Durero en ese mundo que de una manera muy fugaz se ha ido dibujando.  Ahora, no solamente se trata de dar datos precisos sobre quién fue y cómo evolucionó la persona y el artista, sino de interpretar, a través de la información con la que contamos, qué fue lo que en realidad este personaje Renacentista quiso dejar como legado a la humanidad.

Como testigo de su época, contamos con material recogido por él que nos permite delinear un perfil, ojalá más o menos acertado, sobre la intensidad y compromiso con que vivió los 57 años de vida de los que disfrutó. Es así como a través de sus cartas, diario, autorretratos, grabados, pinturas y comentarios de otras personalidades de su época lo iremos construyendo.

Autoretrato de los 13 años. 1484. Pluma de plata sobre papel impregnado. Museo Albertina de Vienna

En esta nueva introducción se hará una reseña de lo que fueron los 23 primeros años de la vida de nuestro artista (1471-1493).  Nacido en 1471 en la importante ciudad de Nuremberg, fue un niño dotado de talento para el dibujo que aprendió en el taller de su padre, orfebre, en su ciudad natal. Como era costumbre de la época, después de algunos años de educación escolar (Panofsky, 32) ingresó a aprender el oficio en donde seguramente debió hacer su primer autorretrato, a punta de plata, en el año 1484 con 13 años de edad. 

El aprendizaje de la orfebrería implicaba muchos años de dedicación para adquirir las técnicas y habilidades propias del oficio. Además del tratamiento técnico del material con el que trabajaban, se les enseñaba diseño y dibujo a través de los bocetos así como los detalles y acabados de las piezas a fabricar. Lo más interesante para nuestra historia, es que allí aprendió a utilizar el buril como herramienta para grabar un dibujo sobre la plancha de cobre. Este ejercicio aprendido en la adolescencia le sirvió más adelante para practicarlo como disciplina de grabado sobre papel y convertirse en el primer artista en hacerlo en la ciudad de Nuremberg. 

A los 15 años, su padre lo coloca como aprendiz en el taller más prestigioso y del mejor pintor de su ciudad, Michael Wolgemut (1434-1519) “empresa comercial de cierta envergadura” (Panovsky, 32) en el que permanece durante más de tres años (1486 a 1489) aprendiendo las técnicas de su nueva actividad: las nuevas herramientas de creación; la pluma y el pincel; copiar del natural y las diferentes fórmulas de preparar los pigmentos para plasmar las imágenes en las técnicas de la acuarela, gouache y óleo. Esa misma época coincide con la importante producción de xilografías para ilustraciones de los libros que se producían en la imprenta de Anton Koberger  (c.1445-1513) su padrino y principal editor de Alemania, a quien hemos mencionado en el blog del 15 de abril pasado.

Al finalizar los tres años y meses de su aprendizaje en el taller de Wolgemut, Durero emprende el viaje tradicional de los jóvenes artistas  (Wanderjahre) que empezó en 1490 y cuya ruta no ha sido definida completamente (Wolf, 14).  Se especula que visitó los Países Bajos, pero lo que sí es seguro fue su objetivo de conocer y trabajar en el taller del famoso Martín Schongauer (c.1450-1491) en Colmar de Alsacia, cuyos grabados ejercieron gran influencia en los artistas de la época. Desgraciadamente, Durero llegó a Colmar en el año 1492, meses después de la muerte del maestro Shongauer. Los hermanos de éste después de recibirlo y no poder ofrecerle lo que había venido a buscar, le enviaron a Basilea, una de las capitales del libro europeo (Panofsky, 33) con cartas de recomendación para otro de sus hermanos, Georg, orfebre adinerado, y a través de quien tuvo la oportunidad de entrar en contacto con grandes editores.

De Basilea viaja a Estrasburgo, estancia que ha sido documentada por un inventario en el que dice haber pintado dos retratos y dos xilografías de la Opus speciale Massarum del editor Johann Grüninger publicada allí en noviembre de 1493. Y es de ésta ciudad de donde regresa llamado por su padre para contraer matrimonio con Agnes Frey (1475-1539) en 1494.

Este fue un matrimonio negociado, según sus propias palabras, más no por amor, reflejado en el hecho de emprender su viaje a Italia a las pocas semanas de casado y en comentarios posteriores tanto de él como de sus allegados. En su Autorretrato de 1493, conservado en el Louvre, hace referencia a su próximo enlace matrimonial en la inscripción superior que reza: ¨Mis asuntos marcharán según se ordena desde lo alto¨. (IMAGEN pag. 26 Taschen, Wolf).


REFERENCIA

  1. Anzelewsky, Fedja. Durer, His art and life. 1980. Alpine Fine Arts Collection. New York.

  2. Panofsky, Erwin. Vida y obra de Alberto Durero. 1982. Ed. Alianza Editorial. Madrid.

  3. Pla, Jaume. Grabado Calcográfico. 1977. Ed. Blume. Barcelona.

  4. Wolf, Norbert. Durero. 2016. Taschen. Colonia.

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