6. El Renacimiento en Venecia
El Imperio Veneciano entre los Siglos XIII y XV.
Cincuenta años después que el gobierno veneciano contemplara la posibilidad de rendirse ante el asedio de la alianza Génova/Padua (1378), de lo que lograron salir victoriosos demostrando su capacidad bélica y diplomática, Venecia reinaba nuevamente sobre Padua, Vicenza, Verona, Brescia, Bergamo, Treviso, Belluno, Feltre, Friuli, Istria, la costa Dálmata, Lepanto, Patras y Corintio, es decir, el noreste de Italia. La República de Venecia conformada por sus 117 islas, 150 canales, y 400 puentes, era la gran potencia política y económica del siglo XV. El origen de la riqueza veneciana provenía de sus más de 100 industrias en construcción naval, manufacturas de acero, vidrio soplado, cuero, corte y montaje de piedras preciosas y textiles, entre otras. Todas estas actividades productivas organizadas en gremios (scuole), mantenían una relación muy estrecha y patriótica entre sus miembros ( Durant, V, 282). El comercio dictaba las políticas ya que financiaban las operaciones de la Repùblica a través de una artictocracia mercantil hereditaria que controlaba todos los órganos del estado.
La marina mercante veneciana transportaba productos de la propia isla así como de sus dependencias en tierra firme. Las mercancías traídas desde el otro lado de los Alpes por los alemanes de Nuremberg, Augsburgo o Indenburg, así como de otras ciudades, eran almacenadas en la Fondaco dei Tedeschi, a orillas del Gran Canal, que no solo servía como punto de encuentro y albergue a los visitantes alemanes sino también a los mercaderes del Norte de Europa o aquellos que hablaban la lengua. Pijoan afirma ( Pijoan, III, 220) que mientras Giorgione y Tiziano pintaban los frescos exteriores del Fondaco, Durero pintaba el altar interior.
Venecia fue un lugar fundamental para los viajeros procedentes del norte. Así como llegabn banqueros, mercaderes, literatos y músicos, también lo hicieron los artistas.
Alberto Durero fue uno de los que la visitó dos veces ( 1490 y 1505 ) lo que motivó la influencia de su arte en la República y el resto de Italia, así como su interés por el arte renacentista italiano influyó en sus propias creaciones.
Antonello da Messina (1430-1479), se establece en Venecia después de su viaje a Brujas, y es quien según Giorgio Vasari (Vasari, 355) aportó a la pintura italiana la nueva técnica de la pintura al òleo y a la veneciana la atención al detalle, la textura de la piel y la intensidad expresiva de sus retratos, todo esto aprendido de los maestros flamencos. Aunque lo que cuenta Vasari, es más una fábula romántica utilizada para indicar la importación de la técnica del òleo en Italia.
A su muerte los artistas venecianos lo enaltecen como “el más grande pintor llegado de Mesina y Sicilia, no solamente por su obra sino por su técnica de mezclar los colores con aceite, trayendo el esplendor y permanencia en la pintura italiana” ( Durant, V 198).
Sin embargo, la tradición pictórica veneciana se inicia con la llegada de Giacopo Bellini (1396-1470), quien fundó una importante dinastía en el arte del Renacimiento con sus hijos Gentile y Giovanni, siendo éste ùltimo un amigo cercano de Durero y de quien expresó: “Giovanni Bellini- dice- me ha alabado delante de varios nobles y personajes, y está deseoso de tener una pintura mía, aunque sea pagándola. Es un hombre excelente, y aunque muy viejo, es aún el mejor pintor de esta ciudad” (Pijoan, III 220).
La figura de Giovanni Bellini o Giambellino ( 1433-1516) trasciende la historia gracias a su dominio de diferentes géneros y el tratamiento de la luz y el color, colocando a Venecia como el centro del color, gracia, composición, vitalidad e individualización de sus representados (Giovanni Bellini: A collection of 137 paintings (HD)). Es así como durante sus años de trabajo la pintura se hizo popular multiplicándose los estudios, comitentes y pintores famosos como Giorgione ( 1477-1510) y Tiziano (1488/90-1576) posteriormente.
Después de este breve recorrido por lo que fue “El Mundo de Durero”, los invito a continuar con la siguiente entrada, en el que empezaremos a conocer a “Durero en su Mundo”.
REFERENCIA
Duby, George. Atlas Histórico Mundial. 2022. Ed. Larousse. Barcelona. pag. 122
Durant, Will: (1953) “The story of Civilization” The Renaissance Volume 5. Simon and Schuster, New York
Pijoan, José. Historia del Arte. 1952. Tomo Tercero. Salvat Editores. Barcelona
Museo Nacional Thyssen Bornemisza. Canaletto (1745 - 50). Il Bucintoro. https://www.museothyssen.org/coleccion/artistas/canaletto/il-bucintoro
Museo Nacional Thyssen Bornemisza. Francesco Guardi. El Gran Canal con San Simeone Piccolo y Santa Lucia (1780). https://www.museothyssen.org/coleccion/artistas/guardi-francesco/gran-canal-san-simeone-piccolo-santa-lucia
Vasari, Giorgio: (1963) “Lives of the Painters, Sculptors and Architects” Volume 1. J.M. Dent and Sons Ltd., UK